lunes, 16 de mayo de 2016

UN CAMPEÓN EN SU PUEBLO



Entre los clubs de foot-ball de nuestro municipio destacó a principio del siglo XX el Arenas CF, que se codeó con los equipos punteros de la época: el Celta, Iberia, Real Sociedad, Real Unión de Irún, Madrid y Barcelona. Un referente deportivo que a lo largo de su dilatada historia, cuando tan solo era un grupo de amigos, que jugaban en los campos de Lamiako, allá por el año 1901. Entonces no sabían la fama que el conjunto que empezaban a crear llegaría a adquirir.

Sólo me voy a referir a un momento de su historia. Los clubs son recordados por sus victorias, pero sólo a los grandes se les recuerda incluso cuando caen derrotados. El Arenas fue un campeón. Sólo es necesario asomarse a su época de máximo esplendor, entre 1913-1936 para corroborarlo. En su pueblo, fue reconocido por sus grandes victorias, pero también celebrado cuando el cansancio y las lesiones le llevaron a la derrota. Así lo demostraron sus aficionados, su pueblo, su barrio, cuando le recibieron tras perder por 1-0 frente al Real Unión de Irún, en la final del Campeonato de España de foot-ball en 1927. Tras un duro encuentro, con las condiciones físicas mermadas por ambos equipos, en el campo de Torrero de la S.D. Iberia de Zaragoza.

Arenas CF 1927

Los prolegómenos de aquella épica habían comenzado antes, pero para esta historia se iniciaron un sábado 14 de mayo de 1927, día en el que se celebró una romería por la noche para homenajear al equipo “Muelleco” en el vecino barrio de Algorta. Y deseosos de aplaudir a su equipo, decidieron celebrar otra, fuera cual fuese el resultado, el lunes día 16 por la noche, en la “Plaza del Transbordador” (Puente Bizkaia), mediante carteles que se iban a colocar en la misma.

Tras una larga y penosa competición, el Arenas había conseguido eliminar a sus más fuertes rivales: el Iberia, la Real Sociedad, Celta y el Barcelona en semifinales. La prensa decía sobre la final que se iba a celebrar: “...Deshechos ambos equipos a consecuencia de las durísimas jornadas sostenidas para llegar al puesto de finalistas, con varias bajas en sus filas...” Además el equipo getxotarra jugaba sin dos de sus figuras más emblemáticas: “Vallana” y “Careaga”. Respecto del Arenas decía uno de los diarios bilbainos: “...Sus muchachos han ido dejando sus arrestos y sus fuerzas a lo largo de ese doloroso “vía crucis” que ha sido esta competición, !gloriosa gesta!, bien merecían un triunfo final...” Desde la víspera el ambiente se había caldeado, la prensa bilbaina decía: “...existe una enorme animación. Todos los hoteles de Zaragoza están completamente abarrotados...”, también las entradas al campo. Los jugadores de Las Arenas llegaron en el tren correo de las nueve de la noche, hospedándose en el zaragozano “Hotel Oriente”.

Real Unión de Irun 1927

El partido, a decir de la prensa de la época, resultó: “...de escasa brillantez, pero emocionante hasta el último minuto...” Que no concluiría hasta los 117 minutos de juego, con la victoria del real Unión de Irún por 1-0. Decir sobre los jugadores del equipo arenero lo que el diario deportivo Excelsior comentaba en su primera plana del 17 de mayo de 1927: “...Una y otra vez llegaban los delanteros del Real Unión a la puerta del Arenas..., Jauregui estaba allí, que es lo mismo que decir que no pasaba nada. Como pilar de la defensa Llantada !Qué gran zaguero internacional para la próxima temporada! El momento de mayor emoción fue un penalty cuando faltaban siete minutos para que terminara el tiempo reglamentario. René lo tiró fuerte, a la derecha y Jauregui hizo una de las más formidables paradas que hemos visto....”. Finalmente sería un chut del delantero Echeveste, del Real Unión de Irún, quien en el minuto 117, lograría batir la portería de Jauregui haciéndose con la Copa. El equipo titular del Arenas estaba compuesto por: Jauregui (Portero), Llantada y Crispulo Sesumaga; Laña, Urresti y Fidel Sesumaga; Anduiza, Rivero, Yermo, Gurruchaga y Robus. Los suplentes Mateo y Delicado, y los titulares “Monacho” Careaga y “Perico” Vallana, estaban el primero lesionado, y el segundo, convaleciente de una grave operación.


Como estaba anunciado, el lunes día 16, por la noche, se celebró la romería en la plaza del transbordador. Romería que fue animada por la Banda de Portugalete, ya que la de Getxo tuvo que acudir a Dos Caminos. A las siete de la tarde llegaron a Dos Caminos, donde se encontraba ya organizada la comitiva, donde desde minutos antes les esperaban los coches preparados para conducir a los jugadores hasta Las Arenas.

Camino de Bilbao se les fueron agregando muchos coches y camiones que habían acudido retrasados a recibirlos. En la Ribera se encontraron con el autobús que conducía a la Banda de música de Getxo, la cual se colocó al frente de la comitiva hasta llegar a Las Arenas. A su paso por Bilbao fueron recibidos en medio de atronadores vítores, aclamaciones y aplausos, especialmente a su paso por el Arriaga y el Arenal. Por toda la ribera del Nervión fueron aclamados como auténticos campeones por aficionados que llenaban las aceras de los pueblos rivereños. La llegada al barrio de Las Arenas se produjo a las ocho y media de la noche. Todos los balcones del barrio aparecían engalanados por colgantes y banderas rojinegras. La multitud, a lo largo del recorrido, les brindó una calurosa acogida con vítores y aplausos. Desde el Puente Bizkaia se lanzaron coloridos fuegos de artificio, así como ruidosas bombas que anunciaban la llega del equipo. Al entrar en la plaza fueron recibidos a los sones de un alegre pasacalles interpretado por la Banda de Portugalete, que ocupaba el quiosco de la música. Para darnos una idea de aquel recibimiento decir que: “...por la Plaza del transbordador desfilaron setenta y cuatro vehículos. En ellos figuraban representantes de los Clubs Athletic, Cantabria. Deportivo de Lejona, Club Deportivo de Bilbao y otras entidades...”. La música duro desde las 19 hasta 21 horas, en medio de una gran asistencia de enfervorizado público, deseoso de homenajear a su equipo, que esperaba la llegada de sus ídolos.



Pero no solo fue la fiesta y el recibimiento. La afición arenera acordó para recibir a sus jugadores, como auténticos triunfadores, mediante el bando “Vecinos de Las arenas”, en el que se llamaba al recibimiento al Club de sus amores. En él, entre otras, se decían las siguientes frases: “...Hoy llegan los que lucharon como titanes..., peleando como gigantes, la fortuna les abandonó en el supremo instante..., fueron dignos de que la victoria coronase sus esfuerzos..., Loor a los vencedores..., no es gran virtud sumarse a los triunfadores. Si lo es no abandonar a los vencidos... Hoy llegan..., acudid a recibir a los que son dignos acreedores de los aplausos...” Pocas veces un sentimiento deportivo habrá logrado más adeptos. El pueblo entero se juntó para recibir a sus héroes en un día memorable para la historia del Arenas CF. El bando citado aparece recogido sobre estas líneas. Deseo agradecer a Javier Muro este documento y su ayuda para realizar la entrada.

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