lunes, 19 de octubre de 2015

LOS TOROS Y GETXO y -III-



En las anteriores entradas hemos visto cómo surgieron, dónde se instalaron las plazas de toros y su explosión festiva de la mano de los nuevos “prebostes” de la dictadura franquista. En ésta, veremos su evolución desde los años 60 hasta casi el final de la década.



Durante los años 60 continuaron celebrándose las becerradas en el Puerto Viejo de Algorta. En años anteriores los festejos habían sido organizados por un industrial carnicero de Getxo, quien en su oferta de 1960 indicaba que disponía como atractivo de la cuadrilla del “Indio Apache torero”, Ray Pololo, atracción que al parecer en la pasada edición había sido del agrado del público. Como resultado de la celebrada el 17 de julio de ese año, quien pagó el pato fue la pobre res, que despiezada y en canal posteriormente fue vendida. 


El noble astado dio un peso de 400,5 kilos y se vendió a 25 pesetas kilo. El acto contó con cucaña vertical que al decir de sus promotores fue “...vistosa y divertida...”. Por cierto, la permanente municipal acordó contar, para la organización del acto con algunos aficionados taurinos del “Club Marítimo del Abra”.

La becerrada de 1961 en el Puerto se celebro a beneficio de los damnificados de Chile por el terremoto de 1960. En él serían sacrificadas tres reses de la ganadería del Marqués de Villagodio. Intervinieron como matadores algunos vecinos de Getxo: Ignacio Aranduy quien en su cuadrilla contaba con Pepe Aguirre, Juan Pedro Ruiz y Luis Sánchez; José Antonio Prado con Antonio Espinosa, Rafael Esteban y Pedro Esturo; y Jaime Echevarría cuya cuadrilla estaba compuesta por José María Arteaga, Nicolás Jauregui y Juan Rivas.


En el mismo año se celebró una corrida de toros en la Plaza del Puente Bizkaía de Las Arenas. Previamente un grupo de jóvenes del barrio recorrieron las calles, llevando a bordo de unas flamantes “Vespas” a un ramillete de preciosas jovencitas, a quienes llamaron las “Manolas”. El recorrido fue por las principales calles del barrio. Antes, las “Manolas” posaron frente a la Casa Social. Eran unas flamantes adolescentes con sus Mantones de Manila, mantillas, abanicos y blancos collares al cuello, que nos dejaban para el recuerdo sus ilusionadas miradas. En la fotografía superior aparecen de izquierda a derecha Marisa Villareal, Maria Asunción Egaña y Begona Cañada.


Los conductores de las flamantes motos, que llevaban a la grupa a las “Manolas”, eran jóvenes del barrio: Sisito González y Triki, que son los que aparecen en la foto superior en ambos extremos. La foto fue tomada en la confluencia de las calles Barria y Avenida de Las Arenas.


En la presidencia de aquella corrida, ver fotografía superior, aparecen nuevamente las “Manolas” y tras ellas el sacerdote José Guatas y Paulino Reguera de Electrodomésticos Reguera al micrófono.


El 12 de agosto de 1962 le tocaba el turno a la becerrada que nuevamente elegía el Puerto como lugar taurino. En esta ocasión los matarifes iban a ser Juan Astorqui “Cocherito de Bilbao II”, Manuel Val “El Galleguito” y Ricardo Zubiria “Caito”.Estas reses fueron llevadas al matadero de Getxo, para ser despiezadas.


El cartel presentado en 1963 incluía a los diestros Guillermo Sanz “Caracolillo”, Pepe Las Heras “El Bilbao” y Paco Jesús. El día 31 de julio, San Ignazio, se celebró una becerrada en el Puerto a beneficio del Santo Hospital-Asilo Municipal. El dinero obtenido finalmente fue distribuido entre el Santo Hospital y el Convento de las Adoratrices. Correspondiendo al primero 16.876 pesetas y a las segundas 10.000 pesetas. La plaza tenía cabida, según el acta del Arquitecto Municipal de Getxo, para 846 espectadores. Los capotes, muletas y espadas fueron alquilados a la empresa de “Pedro Gaztañaga” de la calle General Concha de Bilbao, el cual según su factura era sucesor de “Regino Martín”, y que entre otras cosas fabricaba banderillas y moñas (Castañeta de torero o coleta que usan a modo de postizo). Las mantillas y mantones le fueron alquilados a la empresa “El Abanico” de la calle San Francisco de Bilbao. Quien remató la faena fue el Marqués de Villagodio que obtuvo por la venta de los cuatro novillos 27.000 pesetas. Entre la terna de toreros previstos había un aficionado de Las Arenas, de apodo “El Bujía”, cuyo nombre no citaré por deseo expreso, que finalmente por deseo paterno no concurrió. Al finalizar el acto se corrió una vaca embolada.


El 2 de agosto de 1964 se volvía a celebrar una novillada en el Puerto Viejo de Algorta, además de un encierro, que la prensa bilbaina recogía en sus paginas. El director de la lidia fue “M. Chacarte”. Actuaron como lidiadores Curro Carmona, Bienvenido B. Martin y Germán Martín, “El Molina”. Los tres novillos lidiados fueron comprados por el industrial carnicero de Getxo Florencio Isla. Dieron en báscula un peso en canal de 231 kilogramos, los cuales se abonaron a 40 pts/kilo. El encierro tuvo lugar a las 8,30 de la mañana tras el lanzamiento del txupin. Se corrieron 5 novillos.


La novillada del Puerto de 1965 se celebró el 25 de julio a las 17,30 horas, en la misma participaron Francisco Fernández “El Quijano”. Este torero de Jaen residía en Alango, Jose Luis Garcia “Carnicerito”, el baracaldés Demetrio Campo y Jaime Echevarria, con Luis Gastañaga como banderillero. También la Iglesia intervenía en las recomendaciones para la contratación de los toreros. En el caso de Francisco Fernandez “El Quijano”, era la de D. Luis de la Parroquia de San Nikolas de Bari de Algorta, quien recomendaba este torero, dirigiéndose al concejal Antonio Goñi: “...en relación al asunto de “aspirante” a torero, tengo que decirle que tiene 26 años y es de Jaén. Reside desde hace 5 años en Alangüetas, en casa de Manuel de la Torre García. Me ha dicho D. Martín que el día 19 quiere tirarse a la plaza en Bilbao, y le va a costar un disgusto serio...”, al parecer el chaval, a pesar de que como decía el sacerdote “...le advertí que no sueñe con un novillo, porque valen mucho, y que a lo sumo podrá dar unos capotazos...”, finalmente logró su objetivo. Se llegaron a vender 1.137 entradas para aquella corrida. El responsable de trasladar en taxi a las “Manolas” desde Las Arenas fue el “Garage Rex” que tenía su sede en la calle Mayor, para adornarlas se alquiló a la empresa bilbaína “El Abanico” (mantones, peinetas, mantillas y abanicos). El personal auxiliar era numeroso, se necesitaron 17 porteros y acomodadores, así como dos taquilleros. 

Mari Flor Niebla

Como anécdota contar que la reina de las fiestas de Getxo, ese año Mari Flor Niebla, en una entrevista en la prensa decía: “...No me lo esperaba, me habían llenado la cabeza de que no debía presentarme, porque la reina iba a ser elegida a dedo...”.


En 1970, el domingo 6 de julio, iban a ser los protagonistas de esas becerradas “Los Tangoreños”, que fueron los encargados de amenizar con sus instrumentos de cartón (Y alguno metálico), el espectáculo taurino en el que se lidiaron 4 novillos.


Arrancaba el año 71 con varias corridas, el 31 de julio, el 1 de agosto y el 2 de agosto de 1971 se celebraron sendas lidias. En la del día de San Ignazio, el cartel presentador decía: “...Primera corrida de la historia de Guecho, 6 bravos y hermosos toros...,cuyas defensas no han sido despuntadas, limadas ni sometidas a manipulación fraudulenta...”, los toreros intervinientes fueron Santiago Martin “El Viti” y José Fuertes “Morenito de Caceres”; en la del domingo día 1 de agosto participaron Manuel Herrera “El Lince” y Justo Redondo. 



La corrida del lunes 2 de agosto contó con la presencia de Jose Ramón Astola “El Trintxi”, Eduardo Gonzalez “El Balaña Bilbaino”, Ricardo Elorza “El Chico de la Tele” y Felipe Gutierrez “El Bejarano”. El Ayuntamiento nombro capellán para esas corrida, en la plaza de toro portátil del Puerto, al presbítero D. Ramón Blanco. En este caso la carne de las reses no fue vendida en comercios de Getxo, si no a tablajeros radicantes de otros municipios. Un recorte de prensa de un expediente municipal recordaba aquella corrida.


Esta corrida marcaría el final de los encierros con reses bravas en su modalidad de lidia en Getxo. No obstante, se continuaron celebrando, encierros con vaquillas, en las fiestas de los barrios tanto en Algorta (Puerto Viejo y Trinitarios), como en Neguri Langile, Romo y Andra Mari. Siendo en la actualidad las del Puerto Viejo de Algorta las que perduran. Hasta aquí un repaso por la actividad taurina en nuestro pueblo, que no pretende ser algo cerrado, seguro que existirán algunas otras, que por falta de documentación no he traído a estas paginas. Los datos de estas tres entradas sobre los toros en Getxo, están sacados de los expedientes festivos del “Archivo Municipal de Getxo”, de diversas hemerotecas bilbainas “Euzkadi”, “El Noticiero Bilbaino”, “La Gaceta del Norte” y “El Liberal”; y del diario madrileño de 1864 “La Iberia”.



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