jueves, 18 de junio de 2015

CALLE TETUAN (AVENIDA BASAGOITI) y -II-



Continuando con este recorrido por la artería peatonal por excelencia de Algorta, continuaremos viendo su evolución a partir de principios del Siglo XX.

Una parte de la modernización del barrio vendrá impuesta por la entonces novedosa directiva municipal de agosto de 1907, que establecía la obligatoriedad de que en las nuevas edificaciones y en las que solicitaban reformas, se instalaran las llamadas “Fosas Moras” para saneamiento. Para noviembre de aquel año ya se veía la mejora de la avenida a su paso por “Aretxondo”, ya que era una calle adoquinada.

En julio de 1908 incluso las comunicaciones empezaban a reconocer la zona como de gran interés. Se solicitaba a la Compañía del Tranvía eléctrico, el establecimiento de una parada fija frente al Casino. En abril de 1909 le tocaba el turno al quiosco de la música de San Nikolas. Esta vez ese quiosco, antes de madera, pasaba a construirse de hierro, aunque seguía siendo portátil (la idea era que fuera semejante al de Sestao).



El año 1910 sería el momento en que se iba a producir una gran modificación en el entorno de la Avenida Basagoiti. Debido a la extrema precariedad en la que se encontraban las Escuelas Publicas de la entonces “Plaza de la Constitución” (San Nikolas), y por una denuncia realizada por el Inspector de Primera Enseñanza de Bizkaia, se acordó el 7 de julio de ese año el derribo de dicho edificio. El 7 de Julio de 1910 se adoptaba la decisión de demoler éstas, trasladando a la Escuela de Artes y Oficios a los niños, de forma provisional, hasta la construcción de las nuevas en San Ignacio (el coste estimado por el vigilante municipal para dicho derribo ascendió a 818,60 pesetas). Ello dio lugar a que uno de los elementos del mobiliario urbano, de gran belleza, fuera desplazado. Se trataba de la fuente pública, sobre la que descansaba una preciosa imagen luminaria (egipcia), que todas las generaciones posteriores hemos tenido la suerte de contemplar, y de la que muchos recordarán alzarse majestuosas a la entrada de “Maria Cristina”, Este tema será cuestión de una entrada a parte.



Otros elementos de aquellas escuelas también resultaron útiles para alguna instalación hotelera de Algorta, tal fue el caso de las columnas de hierro de las escuelas, que fueron adquiridas por D. Manuel Eguía por 200 pesetas. Pero no fue este el único cambio, también se iba a producir un acuerdo que afectaría a la zona del Casino. De tal forma que se unirían la terraza del Hotel Eguia con la avenida, dando lugar a un hermoso paseo. En esa mismas fechas se llegaba a un acuerdo entre Eguía y el Ayuntamiento para que el primero pudiera unir con un puente sus casas de la Avenida Basagoiti y la situada en Satistegi. El 7 de abril de 1910 el consistorio daba luz verde al arreglo del reloj de la torre de la iglesia de San Nikolas, reparación que recayó en el vecino D. Cesar Ocejo.



En esas fechas el fervor musical llegaba hasta María Cristina y su paseo. En junio de 1911 varios vecinos, solicitaban que los domingos y días festivos tocara la banda de música, en la Plaza de San Ignacio y el paseo de María Cristina. El consistorio acordó que los domingos por la tarde la banda de música de Algorta actuara en en dicho paseo, y si el tiempo lo impedía lo hiciera en la Plaza de la Constitución. Se facultaba al alcalde para que cuando lo estimara conveniente, en lugar de hacerlo en dicha zona, lo hiciera en la Plaza de San Ignacio.

El municipio había experimentando un importante crecimiento desde 1887 hasta 1930, en algunos de sus barrios (Areeta-Las Arenas y Algorta), cercano al 44%. Ya en 1919, debido al incremento de la población, se había decidido ejecutar un Proyecto de Urbanización y Ensanche, cuya realización se encargó al Arquitecto municipal Ignacio Maria Smith. Fruto de sus ideas nacerían los proyectos de reforma de Maria Cristina (1913 y 1927-28) y el Proyecto de Reforma del Boulevard de Satistegi “Los Chopos” (1923-1924). El de “Miramar” nacido de otras manos esperaría hasta 1956.



Tras la finalización de la guerra provocada por el golpe de estado de 1936, verán la luz otros espacios urbanos, las plazas de “Satistegi” y “Tellagorri”. En 1947 tras la apertura de la calle Amesti, las casitas que ocupaban el espacio de dicha plaza serán derribadas, dando lugar a esta espaciosa y concurrida zona de esparcimiento. Entre 1955 y 1967 verá ampliarse otra de sus zonas de esparcimiento, tras el derribo de la casa de Líbano, la plaza de “Tellagorri” lugar de esparcimiento de niños y mayores, en el que se celebran diversos espectáculos festivos.

Otro de los espacios que cambiará su imagen será el “Boulevard de Satistegi”, que de ofrecer en 1950 una amplia visión del entorno costero que abarcaba hasta la “Batería San Ignacio”, quedará reducido en los 70, debido a la construcción de viviendas en la zona de confluencia de las calles Ribera Kalea y Satistegui. El derribo de la casa “Garaizar” (1966), el chalet “Iturria” (1973) y algunas de las denominadas casas algorteñas, como el “Palacio Zubiaga” (1868) quizá una de las primeras edificaciones de esa zona (hoy en ruinas), supuso una pérdida de parte de la historia del barrio. A pesar de ello nos quedan algunas reliquias como la que hoy corresponde al Nº 1 de la Avenida Basagoiti la casa “Ukaondo” de 1915 obra del arquitecto Smith y algunas nacidas de la mano de Garamendi, que junto a esa misteriosa mansión llamada “La casa encantada” (Casa Rosada, Palacio Malo de Molina, construida con planos del arquitecto Ciriaco de Menchaca) de 1898 y como no, una de las para mi, más bellas de la avenida: la casa “Uriarte”, junto a Maria Cristina, siguen deleitando nuestras pupilas.



Hasta aquí un paseo por la Avenida Basagoiti (Calzada, Tetuán, Mayor), una de las arterias principales de un barrio con solera, Algorta, que a lo largo de estos 153 años ha visto cambiar su fisonomía manteniendo su esencia.



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