lunes, 20 de octubre de 2014

LAS INSTALACIONES VERANIEGAS. GETXO A FINALES DEL SIGLO XIX.


A modo de conclusión de los tres artículos anteriores, sobre “Rita la Bañera” y “Baños de Mar, La Moral-I- y -II”, a continuación veremos la visión que de nuestro barrio ofrecía la prensa madrileña:

En el diario “El Imparcial” del sábado 9 de Julio de 1870, se recogía la inauguración de los “Baños de Mar Bilbainos” en Las Arenas el día 1 de julio. Se elogiaba las instalaciones, haciendo hincapié en la gran acogida que había tenido entre el público usuario, quienes la comparaban con uno de los mejores establecimientos de su tipo, incluso los del extranjero. Se decía que estaba siendo amueblado con todo lujo y comodidad, y que se había confiado su dirección al acreditado fondista suizo D. Andrés Tuffli. Se alababan las cabinas, que habían sido traídas desde la localidad belga de Ostende. Se decía que su corta distancia hasta Bilbao era cubierta por por más de treinta ómnibus y por vapores, que recorren por la ria la distancia en menos de una hora. Como nota curiosa-deportiva se informaba que durante el verano se iban a celebrar regatas frente al establecimiento de baños, así como corridas de caballos y burros en la playa, también carreras de velocípedos. 

 
Entre los gravados de la época, podemos disfrutar de uno de 1875 (ver fotografía inferior), de la galería de “Baños de Mar Bilbainos”. De ella decía el diario ilustrado “El Globo”, en su edición del 23 de Julio de 1877: “...Un desierto que antes era triste y arenoso, vése ahora convertido en un sitio quizás el más alegre y bullicioso de España...”. Describía aquel edificio de la siguiente manera: “...Consta de tres cuerpos, tiene salas y gabinetes para centenares de personas, una escogida biblioteca, salones de baile, espaciosos comedores y salones de recreo. Los emigrantes veraniegos de Madrid y otras poblaciones importantes, prefieren Las Arenas a otros puntos balnerios, porque además de las magnificas condiciones del establecimiento, se vive en el con baratura, comodidad y confianza....”. Terminaba aquella descripción, no sin olvidar los “...Bellos y magníficos jardines que lo rodean...”.


Poco después, en 1879 en la revista ilustrada “La Ilustración Española y Americana”, en su edición del 30 de Julio, en su pagina 419 aparecía la siguiente descripción acerca de la Playa de Las Arenas: “...La playa de Las Arenas disfruta de una nombradía análoga a las de Etretat y Dieppe (Normandia), tan concurridas por los bañistas de la vecina Francia en la estación estival....”, la definía como una playa de una reputación merecida: “...larga de 1600 metros, deliciosamente situada entre una deliciosa vega y el pueblo de Algorta; bañada por las rizadas olas del mar Cantábrico, cuyas fresca brisa contribuyen a hacer más agradable un clima de suyo higiénico...”. De sus comunicaciones con Bilbao decían que eran: “...cómodas y fáciles...,...que se verifican por medio de un tranvía...”. Respecto del Balneario decían: “...esta montado a semejanza de los mejores de su clase en el extranjero, en el se pueden tomar baños de ola o de impresión, templados y medicinales, así como duchas a todas temperaturas...”, seguía aquella definición con algunos elementos que hacían de ella una zona de gran atractivo turístico: “...sigue luego el “Hotel Bilbaino”, provisto de suntuosos comedores, elegante casino, salón de baile y amenos jardines, divisándose en último termino algunos chalets particulares, edificados en los últimos cuatro años...”. Y ofrecía un bello gravado de aquella galería balnearia (ver fotografía inferior).

De esta Galería Balnearia de “Baños de Mar Bilbainos”, en un anuncio insertado en el diario “El Liberal” del 5 de Agosto de 1888, se decía: “...El establecimiento de Las Arenas se ha abierto al público encargándose de la cocina un chef muy cualificado. Cuenta con un servicio de baños fríos, calientes y duchas más completo que el de San Juan de Luz o Biarritz...”. Referían que ambos establecimientos contaban con medico; que en sus cercanías había otras fondas, chalets y habitaciones para arrendar; y que en Bilbao se preparaban grandes fiestas, una de ellas la titulaban: “...La bendición del Nilo en el reinado de unos de los faraones...”. Aconsejaban dirigirse a D. Andres Larrazabal (Administrador de aquel establecimiento).

El 31 de Agosto de 1890 en la revista ilustrada “La Última Moda” en una carta al director, una veraneante transmitía la siguiente impresión de la playa de Las Arenas: “...la playa de Las Arenas, una playa alegre, encantadora, y que tiene un carácter delicioso, es la playa de los niños. En pocas he visto tantos corriendo por la arenas como aquí. Aquí no hay lujo si no una vida familiar que encanta...,...si se desea bullicio y animación no hay más que meterse en el tranvía o ferrocarril (dos para escoger, uno en Las Arenas y otro en Portugalete) y marchar a Bilbao, donde nunca faltan fiestas...”.


El lunes 17 de Agosto de 1891 en el diario madrileño “La Correspondencia de España” aparecía la noticia de la subasta de las instalaciones del establecimientos de “Baños de Mar Bilbainos”, la cual se iba a celebrar el próximo día 10 de Septiembre, en la notaría bilbaina de D. Blas de Onzoño, por la cantidad de 350.000 pesetas, pagaderas al contado o en anualidades, con un recargo del 5%, con la condición de que el pago al contado mínimo fuera de 125.000 pesetas. Aquella finca disponía de un área de 102.589 pies cuadrados, aquella edificación costó en su día 160.000 duros. Sus instalaciones hoteleras contaban con grandes comedores y salones, 138 dormitorios con 257 camas. Anunciaban que si antes del 10 de Septiembre algún interesado por adquirir el establecimiento llegaba a acuerdos con su propietario D. Eduardo Aguirre la subasta sería parada.

Alguna de nuestras playas también fue utilizada como “Colonia Escolar”, durante los veranos. En la “Revista Católica” de Septiembre de 1911, se recogía la siguiente información respecto a las mismas: “...Bilbao envía colonias de niños a Lekeitio, Algorta, Busturia, Bermeo, Gorliz...,...de 20 a 50 niños suelen formar esto grupos, que viven un mes en cada sitio; y según sean, báñanse en el mar, óreanse en el monte, o se curan en la clínica...”. Respecto nuestra playa decían: “...Cada 9 días, van 100 niños y 100 niñas a la Playa de Ereaga, a tomar baños de mar. Salen por la mañana con sus maestros, se bañan y visten sobre la playa, se les reparte el desayuno, y corretean cuanto quieren, y al medio día retornan a sus casas. De este modo, han recibido tan útil auxilio higiénico, mil niños y mil niñas, en el presente año...,...a fin de asegurarse el resultado efectivo del veraneo, dos días antes de marcharse tállanse y pésanse en el ayuntamiento, operación que se repite al día siguiente de regresar...,...el resultado medio ha sido de tres kilos por niño y mes...”. A modo de chanza hablaban de que: “...algún maestro ganó cuatro kilos y medio...” !!Tal era la bondad del sol y mar de Erega!!.


En 1914 en la revista “Vida Marítima” quien se deshacía en elogios hacia el “Balneario de Igeretxe”, insertando una fotografía de aquellas instalaciones. Recogiendo los elogios de los veraneantes usuarios: “...Los agüistas y veraneantes encomiendan a la sociedad explotadora de dicho balneario, por el acierto que han tenido en llevar acabo el proyecto...”. Hacían hincapié en que ademas de estar realizado con arreglo a las técnicas más modernas, estaba realizado en hormigón.

En 1916 el diario “La Acción”, en su edición del 9 de Noviembre, se refería respecto a otra de nuestras playas, la de Ereaga: “...Rico es todo el litoral cantábrico en hermosa playas de incomparable belleza, y difícil, por tanto, señalar una cualquiera como superior a las demás...,...la Playa de Algorta llamada de “Ereaga”, es amplia, de suave pendiente, rodeada de bellos paisajes. Cuenta con un magnifico y cómodo balneario para baños calientes, y con una gran facilidad para sus comunicaciones. De cuarto en cuarto de hora salen tranvías para Bilbao...” , Recordaba también, como otro de los atractivos de la zona que: “...desde ellos se disfruta una visión de hermosos panoramas, marchando por la orilla del río Nervión...”. Completaba la información diciendo que eran numerosas las familias, que de otros puntos del estado, acudían deseando pasar sus días de estío, en una playa de aguas tan tranquilas y placidas. En la fotografía que ofrecían en su encabezamiento, definían la playa de Ereaga como: “...una de las más pintorescas y tranquilas del norte...,...y quizá como la mejor de todo Vizcaya...”. 

 
Muchas otras revistas y diarios dedicaron paginas a nuestras playas, pero sirvan estos tres flashes, para intuir la belleza de nuestras playas en aquellos tiempos.

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