viernes, 8 de agosto de 2014

FIESTAS DEL PUERTO 2014




Este año las Fiestas del Puerto tendrán un pequeño regusto amargo. Miren Larrea no estará entre nosotros, aunque estoy seguro que desde su lugar en el “polvo de estrellas” al que todos nos dirigimos, nos mirará sonriente y brillará en sus ojos la alegría de su querido Puerto Viejo. 

 
No creo que haya Fiestas en Getxo con más personalidad que las del Puerto Viejo. En un reducto tan pequeño se juntan jóvenes y no tan jóvenes de muchas generaciones, todos deseosos de unos días de alegría y aventura. Allí, en ese espacio tan reducido, gracias a la amplitud de su muelle y la explanada ganada al mar, se desarrollan una serie de festejos, que han ido manteniendo su idiosincrasia a lo largo de los años, con ese inconfundible aroma a sardinas asadas, y a la presencia de personajes únicos, que han dado al barrio esa característica que lo hacen irrepetible. 

 

La primera referencia escrita sobre sus fiestas nos hablan de actividades relacionadas con la sokamuturra (toros ensogados), de la que el Padre Larramendi dijo en el Siglo XVIII “...no sé cuando se ha pegado a los gipuzkoanos esta manía y bárbaro gusto de toros...las fiestas en las que no hay toros apenas se tienen por fiestas...si en el Cielo hubiera toros, los gipuzkoanos todos serían santos por ir a verlos..”. Parece que en Getxo sucedía lo mismo ya que en el temprano 1883 ya aparecían en sus actividades festivas. Tras la perceptiva misa, a las tres y medía de la tarde del día 11 de Agosto de aquel año se correría en el Puerto, en su playa, aquel toro ensogado; seguido, a las 17 horas de una romería en el castillo; para a las 12 de la noche realizar una “Gran Bajada” hasta la casa consistorial. Los patos y las cucañas también formarían parte del los actos festivos. 

 

Las actividades tanto acuáticas como relacionadas con los toros continuarían celebrándose a lo largo de los años, viendo el puerto, en los años de la dictadura, tras el golpe de estado franquista, su playa convertirse en una plaza de toros improvisada. 
 
Por sus fiestas, a lo largo de su dilatada historia, podemos ver que salvo la bajada, que hoy se celebra por la tarde, y parte desde el casino por Aretxondo, hasta desbordar sus callejas y las explanada del puerto, el resto de sus actos festivos, prácticamente se han mantenido, con la excepción de las actividades taurinas, hoy denostadas por su brutalidad; también como actividad festiva es la obligada cita gastronómica del Marmitako, que en la campa de Genaratxu agolpa a gran numero de sukaldaris. 




Como sobre el Puerto, sus gentes, sus fiestas, sus rincones ya he hablado a lo largo de estas entradas, solo me queda desear a todos los getxotarras y demás visitantes unas felices y alegres fiestas, que se iniciarán como todos los años con el Txupinazo e izada de Txo, dando comienzo de Fiestas, y que como decían en aquella primera cita de 1883 “...habrá juegos para distraer a los visitantes, para dar esparcimiento al animo, haciendo mas grata la estancia, a cuantos vinieran a este pintoresco pueblo a fortificar la salud y descansar de sus tareas habituales...”, yo más bien diría a distraerse de sus pesadillas habituales, ya que el descanso no será algo posible, en lugar tan alegre y bullicioso . 

 
!!ONDO PASA!!

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