lunes, 6 de agosto de 2012

LAS CANTINAS ESCOLARES EN GETXO


Estas cantinas se hicieron para atender a niños cuyas familias no tenían medios, los primeros programas de alimentación asociados a la enseñanza tuvieron su origen en acciones caritativas de personas con altos niveles de renta.

El establecimiento de programas de alimentación infantil sobre bases caritativas, unido a la enseñanza aparece en Europa a final del siglo XVIII y comienzos del XIX.

A finales del siglo XIX, ante la realidad de una infancia hambrienta y carente de lo más indispensable, con un nivel de absentismo escolar considerable, se plantea la necesidad de ofrecer un plato de comida caliente como señuelo para atraerlos a la escuela, surgiendo así las Cantinas Escolares que pueden considerarse el antecedente del comedor escolar como suministrador de la comida de mediodía a los niños que asistían a la escuela.

En 1790 Benjamín Thompson (conde de Rumford) inició en Munich, Alemania, un programa combinado de enseñanza y alimentación para niños hambrientos y vagabundos. El alimento servido a los niños consistía en una sopa a base de patatas, cebada y guisantes (Sopa Rumford), que no incluía carne dado su elevado coste y la carencia de una financiación adecuada para sus proyectos. Esto le llevó a centrar sus esfuerzos en el desarrollo de comidas que proporcionaran la mejor nutrición al menor coste, diseñando dietas equilibradas para los pobres. 

Benjamín Thompson, conde de Rumford, (1753-1814), título que le concedio Carlos Teodoro de Baviera, invento la Cocina económica y modificó la estructura que había hasta la fecha de las cocinas. Fue un físico e inventor estadounidense, que desarrollo su trabajo en Europa, fue tambien un activo inventor, desarrollando elementos para chimeneas y hogares, inventando la olla de doble cocción (baño maría), una cocina económica y una cafetera de goteo. 
 
Otros países como Inglaterra, Escocia, Francia y Suiza , solicitaron su ayuda para establecer programas de alimentación colectiva. 

 
En Londres, por ejemplo, se alimento a 60.000 personas diariamente con la “Sopa Rumford”. La obra emprendida le impulsó a desarrollar instalaciones y utiles más eficaces para la preparación de las comidas, lo que le llevó a inventar de la olla de doble cocción (baño maría), una cocina económica y una cafetera de goteo.

Tambien en Inglaterra, John Pounds, zapatero de Portsmouth, en 1818 comenzó a enseñar a niños pobres de forma gratuita suministrándoles alimentos. A su muerte, Thomas Guthrie ayudó a promover la idea de Pounds para los niños necesitados, y comenzó una escuela caritativa en Edimburgo. Más de 200 escuelas gratuitas para los niños pobres se establecieron en Gran Bretaña durante los siguientes ocho años.

En Francia Víctor Hugo mientras que estaba exiliado en Guernesey en 1865, aportaba fondos para las comidas calientes de los niños de una escuela próxima.
En Francia, la ciudad de Paris en 1880 adoptó un proyecto que pretendía la instalación de cantinas escolares en las escuelas comunales con el fin de proporcionar una comida al día a los niños más necesitados. En las cantinas de Francia, los programas del almuerzo eran supervisados por los profesores que recibían 25 centavos por día por esta labor. 
 
En Alemania, en 1875, distintas sociedades privadas financiaban la alimentación en las escuelas, como en el caso de Hamburgo (Sociedad Filantrópica de la Escuela de Hamburgo) y Dresden (Sociedad para la Alimentación Escolar Niños Necesitados). 

 
En 1920 un millón de escolares en Gran Bretaña recibían alimentación, pero no fue hasta 1941 cuando se establecieron los niveles de proteínas, grasas y calorías que debían proporcionarse en las comidas escolares, que serían revisados a lo largo de los años, introduciéndose modificaciones, tendentes a tener en cuenta tanto la edad de los escolares, como las frecuencias con que se deberían servir algunos alimentos.

En Noruega las comidas escolares fueron de responsabilidad municipal, por ejemplo, en la década de 1890, los ayuntamientos de Bergen y de Oslo, introducen un sistema para dar una comida caliente gratis, 3-4 días a la semana, durante los meses de otoño e invierno para los alumnos necesitados. 
 
En Suiza en 1903 a una orden nacional que obligaba a los municipios a proporcionar alimento a los escolares necesitados, autorizándose en 1906 el uso de fondos estatales.

En los primeros años de 1900, la alimentación escolar se había extendido por la mayoría de los países europeos al igual que la institución de la cantina escolar:
La Cantina Escolar que había surgido en Europa a finales del siglo XIX, no se materializa en el estado hasta comienzos del XX.

El movimiento de cantinas iniciado en Madrid se propago por el resto del estado a: Bilbao, Barcelona, Granada y otras poblaciones.

En 1928 se establece en Getxo el primer organigrama de funcionamiento de las Cantinas escolares, en el mismo se realizaba de una forma detallada la forma de elección de los niños hacia quien debia de dirigirse esta ayuda y el orde de prelación que se debia de tener encuenta:

1- Alimentación insuficiente del niño por carecer de recursos la familia.
2- La edad, siendo preferentemente de menor a mayor.
3- Escolaridad, asistencia, comportamiento, limpieza, ect.

Como complemento a esta cantina se establecia la necesidad que tras un exaustivo reconocimiento medico, se proporcionara a los niños necesitados, reconstituyentes, glicerofosfatos, emulsiones, ect.
Asimismo se sento el principio de lo considerado como vestimenta minima que debieran de tener aquellos niños, “becerro” (botas de agua) con tachuelas, capa de lana, preferible al impermeable, se hacia una estimación de los niños y niñas necesitados de ese minimo equipaje, estableciendo una media de 30 de cada sexo. Firmaban aquel informe los maestros Amalia Fernandez y Luis Ezcurdia.

En Diciembre de 1928 el que suscribia como Alcalde de Getxo Juan L. Prado Mathurin, se dirigia a los directores de las escuelas, diciendoles que conforme a lo tradado en la reunión que habian mantenido el pasado Noviembre, remitieran a la corporación una relación de los niños que precisaban de ayuda, teniendo encuenta para ello, la pobreza familiar, la distancia al centro educativo y otras circustancias que debieran de tenerse encuenta.

Tuvieron encuenta para ello como primer ensayo de trabajo el barrio de Santa Maria de Getxo, debido a las grandes distancias que tenian que recorrer los niños hasta la escuela, en malas condiciones de alimentación y abrigo, por lo que se fundo una Cantina para alimentar a aquellos pequeños, de 41 niños, se consideraba que precisaban de aquella ayuda 13, entre las profesiones de los padres, muchos de ellos sin trabajo, se encontraban las de jornalero, pescador, barrendero y ferroviario. 
 
En el Barrio de Areeta (Las Arenas) ascendia a 30 el numero de niños necesitados de ayuda, siendo mayoritaria la profesión de jornalero, sin trabajo y en algunos caso con la madre enferma. No obstante se seleccionaron 22 niños para la ayuda de cantina y 33 beneficiados con ropa.

En las Escuelas de San Ignacio (Neguri) se estimaba como necesitados de ayuda a 21 niños cantina y 24 beneficiados con ropa, en las de Zabala (Algorta) a 9 niños cantina y 14 beneficiados con ropa, en las de Santa Maria de Getxo a 31 niños cantina y 17 beneficiados con ropa.

Asi se pedian ofertas a diversos comercios de la zona, para el suministro de alimentos, a la Cantina de Santa Maria de Getxo de las siguientes cantidades:

5 kg. De alubias.
3 kg. De carne.
2 kg. De tocino.
3 kg. De patatas.

Pan y café con leche. (aunque este postre seria cambiado por el de higos o galletas), estableciendo un coste de 1,10 Pts.

Se solitaba tambien la ayuda de diversas familias pudientes del Municipio, a quienes se remitio una carta indicandoles la posibilidad asistir, al comienzo de dicho servicio, el Martes 15 de Enero de 1929 “por si gustase de presenciar el acto de reparto de la comida a los niños de la citada Cantina”.

El dia 19 de Enero de 1929, la cocinera propuesta para ocupase de la cocina de la Cantina de Areeta (Las Arenas), Ageda Mendaza aceptaba el cargo con la condición de ajustarse al horario de 81/2 a 14 horas, percibiendo como remuneración la cantidad de 2 pesetas diarias, propuesta que fue aceptada por la corporación, actividad que se iniciaria una vez recibida la propuesta de aceptación de niños por parte de los maestros, medico y cura parroco.

Se recibieron de forma gratuita, para suministar a los niños, unos productos denominados “Tetrarcal” y “Phasfe”, regalados por el capitular Pablo Gomez.

Sin embargo el 28 de febrero de 1929 se suspendia provisionalmente el funcionamiento de las cantinas, aunque mas tarde volverian a continuar con su servicio.

En el año 1935 se realizaba un balance de ingresos y gastos de las referidas cantinas que daba el siguiente resultado:

INGRESOS

Subenciones recibidas del estado: 3.000 pts.
Percibido del Ayuntamiento para completar gastos: 5.012,40 pts.
Lo que hacia un total de Ingresos de: 8.012,40 pts

GASTOS

Cantina escolar de Areeta: 2.055,40 pts.
Cantina escolar de San Ignacio: 2.003,10 pts.
Cantina escolar de Zabala: 1.914,63 pts.
Cantina escolar de Santa Maria: 2.000,27 pts.
Impuestos de pagos del estado: 39 pts.
Lo que hacia un total de Gastos de: 8.012,40 pts

Como trabajadoras de las cantinas figuraban por barrio las siguientes personas:

Areeta (Las Arenas): Catalina San Jose.
San Ignacio: Maximina Santa Maria.
Zabala: Manuela Arrieta.
Santa Maria: Elisa Basarte.
Victoria Arias (como auxiliar).

Se establecian como proveedores de aquellas cantinas a los siguientes comercios del Municipio:

SAN IGNACIO:

Viuda de Aguirre (pan)
Manuel Lamiquiz (frutas).
Toribio Aldoza (frutas).
Lorenzo Moreno (comestibles).
Marcelino Zabala (carne).
Amalia Fernandez (hortalizas).
Agustin Basurto (carpinteria).

ZABALA:

Juan Azcorra (pan).
Azaldegui (pan).
Ignacio Zalbidea (carne).
Alfredo Valdemoro (Carbon).
Juan Oregui (soperas).

SANTA MARIA:

Lamberto Isasa (pan)
Fermin Arteche (carne).

Asi mismo los precios de la época hoy llamarian la atención, si 1 kg. de garbanzos costaba 1 pts., mientras que 1 litro de aceite costaba 1,8 pts., las alubias tenian un coste de 0,90 centimos, mientras que las patatas tenian un precio de 0,24 centimos, los higos costaban 1,2 pts., una pastilla de jabon 9,60 centimos y 1 kg. de arroz 0,75 centimos.

En Julio de 1935 las cuentas de las Cantinas Escolares presentadas por el entonces primer teniente de Alcalde Jose Bautista Merino Urrutia, al Ministerio de Instrucción Publica, de cara a obtener subenciones, indicaba que la Cantina de Areeta (Las Arenas) habia funcionado durante 80 días, asistiendo diariamente 60 niños, mientras que en la de San Ignacio habia funcionado durante 80 días, asistiendo diariamente 54 niños, en la de Zabala el mismo numero de días con la asistencia de 50 niños y en la de Santa Maria la asistencia habia sido de 52 niños.

En Diciembre de 1935 el Ayuntamiento dirigia una circular a las familias adineradas del municipio para recabar su ayuda en el mantenimiento de las Cantinas Escolares.

El 7 de Enero de 1936 la maestra Obdulia Ocariz se dirigió al consistorio, para que se pusieran en contacto con la cocinera de la Cantina de Sarachaga, adjuntaba las listas de los beneficiarios a fin de continuar el servicio. Por parte de los benefactores se obtuvo una respuesta positiva, recaudandose la suma total de 3.585 pts., cuya relación y cantidades se adjunta mas abajo.

Hasta aquí una pequeña pincelada de lo que fueron aquellas Cantinas Escolares que cubrieron un aspecto Social en los distintos barrios del Municipio.

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