lunes, 5 de diciembre de 2011

CASERIOS DEL BARRIO DE SARRI (ANDRA MARI)

El Basetxe, nombre en euskera que se le da al caserío, en cuanto a la construcción material, fue en un principio de madera y posteriormente se fueron haciéndo de materiales más durables, con piedra en la parte inferior y madera en el primer piso. Más tarde, la madera se reemplazó con un entramado relleno con mampostería o ladrillos. Finalmente fueron enteramente de piedra.

Se puede hablar de dos tipos de caseríos:

El de labranza

En el que se utiliza el desván como granero, disponiéndose la cocina y algún dormitorio en la planta baja, habilitando la primera planta para dormitorios y de sala.

El ganadero

En el que se utiliza toda la planta baja como cuadra, ubicándose la vivienda en la planta primera, dedicando el sobrante zaguero a pajar. Se mantiene así abrigada la cuadra, pues la gran preocupación lógica del baserritarra es su ganado, a la vez que se facilita el abastecimiento y la conservación del pienso.

La vida en los caseríos vascos ha sido siempre dura. Para llevarlos adelante, todos los miembros de la familia, desde los niños a los más ancianos, trabajan todo el día, todos los días del año.

Las mujeres se encargaban, entre otros muchos que haceres, de ordeñar las vacas, trabajar la huerta, dar de comer a cerdos, conejos, gallinas, preparar la comida, hacer la casa, lavar la ropa y un sin fin de tareas.
Muchos recordamos aún el gran cariño que nos unía a nuestra casera-lechera, que nos traía la leche todas las mañanas, algunas leches tenian algo de birzai, no habia ascensores y tenian que subir andando, con las pesadas cantimploras, los piesos que hubiera.
El hacerse mayor en el caserío no significaba jubilarse: las ancianas ayudaban en la preparación de las comidas, la limpieza, cuidar a las gallinas, darles de comer, recoger los huevos, distribuir la comida a los cerdos, limpiar la cochiquera.
En todos los caseríos, de noche, cerca de la chimenea, siempre había una amama atareada, desgranando maíz, habas o guisantes. Callada generalmente, pero trabajando siempre.
En el Caserío, el hombre no tenia horario de trabajo. Todo el día lo tenia distribuido en un sin número de actividades diversas, arreglar las cercas, el carro, labrar, viéndole con frecuencia, aun en los días de mayor horario solar, aprovechando hasta las últimas luces para efectuar labores del campo.

En esta entrada voy a incluir las fotos de alguno de los caseríos de Getxo, los situados en la zona de del barrio de Sarri. En primer lugar una foto del Barrio de Sarri.


                                             CASERIO ABADENE

                                            CASERIO DENDARIÑE
                                             CASERIO SARRI AURREKOA

Agradecer la colaboración de Ramón Bilbao, por las fotos de esta entrada.


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