miércoles, 17 de abril de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -380-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, la entrada de buques a puerto, era otra de las preocupaciones, debido al gran cambio que se estaba produciendo en el Puerto Exterior.

Seguía el pleno municipal del 22 de abril de 1897, en el se trataba sobre el cobro de algunos intereses municipales: “...A instancias del Sr. Alcalde, D. Santiago Diliz, se participa a toda la Corporación Municipal, haber sido cobrados en el “Banco de España” de la Sucursal de Vizcaya, 5.656,65 pesetas de intereses de inscripciones de este Municipio, correspondientes al trimestre vencido el primero de enero último de 1897; habiendo sido cobrados también, en su debido tiempo, los vencidos el 1º de octubre de 1896; pero no se han cobrado los de julio anterior, por lo que se acuerda hacer presente por medio de un oficio a la Administración de Hacienda de la Provincia la falta de ese cobro...” Para la ejecución de obras de los Ayuntamientos, en 1896, era necesaria la presentación del estado impositivo de los recursos que se destinaban al pago de los intereses y amortización.

En el mismo también se informaba de algunos pagos de trabajo realizados en el Hospital Hospicio: “...Se acuerda el pago de 87,30 pesetas al Telegrafista D. Félix Muguruza, por la instalación de varios timbres, en el Hospital Hospicio del Municipio...”

Seguía el pleno y se trataba sobre el nombramiento del Depositario Municipal: “...Se da cuenta de las cuatro instancias, acompañadas por las correspondientes cédulas personales, presentadas por D. José Ramón Ansoleaga, D. Pedro Amezaga, D. Evencio Cortina y D. Higinio Cereceda, todos de esta vecindad, solicitando el cargo de Depositario de los Fondos Municipales de esta Anteiglesia, vacante por la dimisión del que todavía desempeña el cargo, D. Juan Manuel Ugarte. En su vista después de un meditado razonamiento sobre el particular, y dejando consignado que los cuatro aspirantes reúnen todas las circunstancias y condiciones para desempeñar el referido cargo. A continuación procedió el Ayuntamiento, en votación ordinaria, al nombramiento del Depositario de los Fondos Municipales, cargo que recayó en D. Pedro Amezaga...”

Finalizando el pleno del 22 de abril de 1897 se trataba sobre los gastos gastos y donaciones del nuevo Hospital Hospicio de Alango: “...En este estado se hizo presente la necesidad de para la debida claridad y constancia , quede consignado lo concerniente al estado y situación del nuevo Hospital Hospicio del Sagrado Corazón de Jesús de esta Anteiglesia.

Considerando que en las obras, amueblado, arreglo de la huerta y jardín, pago de sueldos a las Hermanas, y otras menudencias de dicho Hospital, se han invertido hasta la fecha 32.309 pesetas, procedentes de los donativos particulares, sujetos a la condición de que en caso de segregación de alguno de los barrios que hoy componen el Municipio, quedaran las cantidades donadas a favor de aquel en que se hallare el edificio...” Eran previsores los de Algorta por los intentos de segregación del barrio de Las Arenas en 1888.

A continuación se detallaban las donaciones recibidas entre 1894 a 1897:

D. Martín Berreteaga Compañeta, 261,46 pesetas.

D. Juan Bautista Basagoiti, 500 pesetas.

D. Domingo Zubiga, 50 pesetas.

D. Martín Berreteaga Compañeta, 2.500 pesetas.

Dña. Leona Zalduondo, 20.000 pesetas.

D. Leandro José Uribe, en memoria de su cuñado D. Justo Ugarte, 250 pesetas.

D. Víctor Chavarri, 500 pesetas.

D. Francisco Martínez Rodas, 500 pesetas.

La testamentaria de Dña. Juana Ajuria, 1.000 pesetas.

La testamentaria de Dña. Rita Jainaga, 50 pesetas.

D. Vicente Vidaurrazaga, 250 pesetas.

Dña. Leona Zalduondo, 1.000 pesetas.

Dña. Fidela Aldecoa, 500 pesetas.

D. Luciano Alday, en memoria de Dña. Carmen Cortina Piñaga, 1.100 pesetas.

D. Pedro Amezaga, en memoria de Dña. María Manuela Amezaga, 500 pesetas.

D. Antonio Uribe, 1.000 pesetas.

D. Pascual Pérez, 25 pesetas.

Dña. Manuela Arteta, viuda de Basagoiti, 2.275 pesetas.

D. Juan Bautista Basagoiti, 500 pesetas.

Aquellas donaciones, que se realizaron en distintas fechas, y que alguno de los donantes repetía, ascendieron a 32.761,46 pesetas.

Seguían diciendo en aquel acta municipal: “...Considerando, que siendo el edificio Hospital Hospicio, terreno, mobiliario y fincas, propiedades del Municipio, llegado el caso de segregación, la porción segregada tendría derecho a una parte proporcional de aquel.

Considerando por tanto, que el medio más adecuado de saber la intención de los donantes es que la actual Municipalidad de Guecho, como dueña y poseedora del edificio, terreno y mobiliario, reconozca a favor de la entidad o institución benéfica Hospital Hospicio, un crédito de 32.309 pesetas y le abone un redito del 5% anual, a partir del 1 de junio próximo venidero, así como de las cantidades que en lo sucesivo pagare de las donaciones la Junta de Caridad.

Acuerda este Ayuntamiento hacer este reconocimiento del modo más solemne y eficaz a fin de que en todo tiempo surta sus efectos...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como, se oían rumores de que el 1° dé Mayo se iban a declarara en huelga todos los obreros de las minas.

 

domingo, 14 de abril de 2024

EL PAREDÓN DE AZUARCA

En el Puerto de Algorta, para no nativos Puerto Viejo, existen algunos lugares cuya denominación pocos conocen como: Ascana, Ascampe y Azuarca.

Aunque el asunto de esta entrada es el relativo la última de las denominaciones, previamente trataré de aclarar la localización de estos tres lugares:

Ascana: Era la zona hoy llamada “Jenaratxu”.

Ascampe: Es la parte baja de esa ladera, la que daba a lo que coloquialmente de conoce como “Relleno”.

Azuarca: Era la zona de la placita bajo las escaleras del Puerto que da al relleno, donde en algún tiempo estuvo la garita del carabinero.

Y es precisamente de este ultimo lugar, Azuarca o Asuerca, que es llamado el enclavamiento por propios y extraños, como aparece la descripción del lugar en el libro de Mikel Gorrotxategi “Getxoko izenak Aldeetxe eta leku izenak-Nombres de caseríos y lugares”, en dicho libro describe Mikel: “...Asuarka está en la parte de abajo de la conocida escalera del Puerto Viejo. Aunque los elementos del nombre son confusos, es probable que los elementos sean artzu (formado por harri (piedra) y la preposición -zu) y arka (arca). Este nombre aparece más de una vez en el Archivo Municipal, por distintas razones. En 1987 la pared situada en ese lugar estaba a punto de caerse y se dice que la misma escalera estaba en peligro. Por ese motivo, tuvieron que tirar y reconstruir la pared. En esta zona había una fuente y en la Guerra los habitantes del Puerto se metían en en túnel del que salía el agua buscando refugio de los bombardeos. En 1900 quisieron comprarlo para poner una posada de venta de pescado, pero el Ayuntamiento no quiso venderlo. Como se ha visto, es llamativo que en 1918 una mujer pidiera permiso para llevar allí un cordero a pastar, lo que hoy en día sería inimaginable. Decía la dueña del cordero (1918): La que suscribe expone que es dueña de un cordero pequeño y que algunas veces le amarra entre Asuarca y el Lavadero del puerto en terreno de Zona Marítima y parece que los Municipales desconocen dicha zona. La suscrita ha estado en la creencia de que se puede pastar en Zona Marítima y si no puede así, suplica permiso para ello.

El nombre aparece escrito de formas diferentes: Asuarca, Asuerca y algunas veces queriendo ser etimológico con -z, Azuarca y Azuerca. Oralmente se le llama Suerka en el Puerto Viejo...” (Mikel Gorrotxategi “Getxoko izenak Aldeetxe eta leku izenak - Nombres de caseríos y lugares”)

Pues bien, parece que este muro a pasado por dificultades en más de una ocasión. Entre 1866 y 1869 la Administración Foral a través de su Departamento de Obras Públicas daba cuenta de un expediente formado por el Ayuntamiento de Getxo para que fuera autorizado el organismo Foral para realizar las obras de construcción de un paredón de contención en el término llamado Azuarca próximo al Puerto de Algorta: “...En aquella instancia remitida por el Secretario del Ayuntamiento de Guecho, y firmada por el Alcalde D. Juan bautista Manene, se decía: Según aparece en el folio 46 del Libro corriente de Decretos, del día 15 del actual: En vista de la exposiciones presentadas por varios propietarios de casas del Puerto de esta Anteiglesia y a la vez vecinos de la misma, suplicando tome en consideración el municipio los considerables perjuicios que causan la aguas, que bajando por la Iglesia Vieja o ermita, y filtrándose por por los cimientos de diferentes propiedades, arrastran terrenos a la parte Oeste de dicho Puerto, hallándose por consecuencia una parte de aquel punto expuesta, y desmoronándose los cimientos, pudiera ser que caiga a la rivera...” Temían los firmantes que los perjuicios que se pudieran derribar de aquellos corrimientos de tierras fueran incalculables para los propietarios: “...Están el gremio de mareantes del Puerto y vecinos, todos interesados para que el municipio haga cuanto este de su parte para que no quede en ruinas la, parte del Pueblo en aquel punto...”

Para tratar las soluciones para aquellos derrumbes de tierras y las consecuencias derivadas para las casas, se nombraba una comisión que entendiera del asunto: “...Nombró el Ayuntamiento una Comisión en su seno para que encarándose con los propietarios, el Mayordomo y representantes del gremio de Mareantes, traten de remediar una catástrofe inevitable; por ello una vez reunidos acordaron construir un paredón de contención, satisfaciendo su coste a terceras partes, entre los propietarios, el Puerto y el Ayuntamiento; dando principio el muro junto al paredón del punto de Azuarca próximo al Puerto, que vaya en dirección N. O., valiéndose para ello del Maestro de Obras D. Juan Antonio de Menchaca, quien a presentado plano, plano, condiciones y presupuesto de las obras, cuyo importe calcula en 9.360 reales. El Ayuntamiento acordaba pagar la tercera parte a condición de que fuera probado por la Superioridad Foral...”


En la condiciones facultativas de la construcción de aquel muro, que como he dicho anteriormente realizó
D. Juan Antonio de Menchaca, se describía algunos aspectos de la zona: “...El muro de contención que se intenta construir dará principio junto a igual paredón del punto de Azuarca, próximo al Puerto de Algorta en dirección N. O., osea hacia la heredad de Gabrielena (Cuesta de San Nicolás), hasta la línea de pared que sirve de cerradura a la citada heredad...” Respecto de los materiales de obra se decía: “...El mortero se preparará con cal y arena a partes iguales, amasado con agua dulce o salada. Se abrirá el cimiento hasta encontrar el firme con seis pies de ancho, rozando la peña. Toda la fachada será de arenisca de la próxima ribera, dándole pulgada y media de escarpe por pies de altura. A la citada mezcla se le agregará una tercera parte de cemento hidráulico, haciendo en esta uso de piedras de distintos tamaños, teniendo cuidado de no poner ninguna piedra sin cal, calzando bien la peña de Azuarca. La gradería no podrá tener más de dos pedazos. Se dejarán agujeros de nueve pulgadas en cuadro para que el terraplén expele las guas. La primera entrega de las obras se efectuará a la conclusión de ellas. El presupuesto de obra asciende a 9.360 reales de vellón...”

El 18 de octubre de 1866 el Ayuntamiento de Getxo enviaba a la “Diputación General de Bilbao” el escrito de autorización para el pago correspondiente a la tercera parte de la obras: “...Tengo el honor de remitir la superior autorización de V. S. Y. el acuerdo adjunto de este Ayuntamiento referente al abono de la tercera parte de las obras proyectadas para la construcción de un paredón de contención en el termino de Azuarca, próximo al Puerto de Algorta. Indicando que los responsables de sacar a remate las referidas obras son los propietarios...”

El día 20 de octubre de 1866, la “Diputación General de Bilbao” remitía un escrito al Ayuntamiento de Getxo: “...Decreto: Manifestarle al Ayuntamiento de la Anteiglesia de Getxo, que deseamos conocer con que medios cuenta para pagar la tercera parte del importe del paredón proyectado al que se refiere el acuerdo levantado en la sesión del día 15 del actual, para en su vista proponer lo que proceda...” Firmaban aquel escrito D. Julián de Basabe , D. Alejandro Urrecha y D. José Antonio de Olascoaga.

Un poco más tarde, el 3 de noviembre de 1866, el Ayuntamiento de Getxo contestaba a la “Diputación General de Bilbao”: “...Que como la obra es perentoria e indispensable, son los propietarios particulares los encargados de proceder al remate de las obras y pagar su importe al contratista. Y que como el Ayuntamiento no puede disponer de pronto de cantidad alguna para cubrir la tercera parte, el objeto es abonar a los propietarios el interés correspondiente, hasta que se pueda disponer de recursos municipales para el pago del capital. Siempre que esto sea autorizado por la “Diputación General de Bilbao”...” Firmaba aquel escrito el Alcalde D. Juan Bautista Manene.

El día 10 de noviembre la “Diputación General de Bilbao” contestaba en un escrito su acuerdo: “...Se autoriza al Ayuntamiento de Guecho para que pueda incluir en su presupuesto municipal los 3.120 reales a que se refiere por su tercera parte del costo de la obras del paredón de Azuarca...” (Del expediente Administrativo del Archivo Foral de Bizkaia R-00141/001 del 17 de octubre de 1866).

Años más tarde, en el siguiente Siglo, en 1903 sobre aquel punto de Azuarca, en un acta municipal de decía: “...Se da cuenta de un escrito del Vigilante Learra, participando la conveniencia de construir un escusado en el punto llamado Azuarca del Puerto de Algorta. Acordó el Ayuntamiento nombrar al mismo Learra y al Regidor Ardanza, para que en unión de otros dos individuos de la Junta de la Cofradía de Mareantes, fijen el lugar más adecuado para la instalación de esos servicios...” (Libro de Actas del A.M.G. del 12 de diciembre de 1903).

Otros muchos documentos municipales recogían el termino Azuarca, y situaban su localización, pero no es en esta entrada donde daré cuenta de ellos.


jueves, 11 de abril de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -379-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, los brotes y las epidemias declaradas de viruela de 1897, hacían que la vacunación y los bandos ordenados por nuestros galenos fueran norma en nuestra Anteiglesia.

La prensa bilbaína aconsejaba vigilar las maniobras de las gabarras en la barra: “...Nuestro corresponsal en Portugalete nos escribe diciéndonos, que a las gabarras que bajan a Portugalete a cargar arena debiera vigilárseles convenientemente. En las proximidades del banco de arena del morro de Las Arenas se hallan fondeadas 14 o 16 gabarras, y cuando alguna de estas queda varada de popa y tensa el arpeo, salía disparada como una flecha...” (El Nervión del 17 de abril de 1897). Por aquellas fechas era Presidente del Consejo de Administración del Ferrocarril de Las Arenas a Plencia D. José Luis de Villabaso.

La entrada de buques a puerto, era otro de los asuntos que preocupaba por aquellos días, debido al gran cambio que se estaban acometiendo en el Puerto Exterior: “...Ha tiempo la Cámara de Comercio de Cardiff interesó de la de Bilbao que gestionara ante la autoridad competente, para que se tomaran algunas medidas relacionadas con la entrada de buques en Bilbao.

Nuestra Cámara oyó con agrado las indicaciones que le hacía la inglesa y gestionó lo que se deseaba, sin que diera por el momento el resultado que se apetecía. Se interesaba principalmente que desde la torre situada en el extremo del muelle nuevo de Portugalete, se verifiquen las señales de entrada y salida de buques y que se indicara convenientemente por medio de las boyas el banco del Noroeste que existen a la entrada del puerto. También solicitaban lo determinado en el artículo 4º del reglamento del Puerto, se permitiera la salida y entrada, de naves aún antes y después, respectivamente de las dos horas anteriores y posteriores a la pleamar, siempre que se cuente con agua suficiente.

Para que resultara práctico el extremo anterior señalaban la conveniencia de que se instalara a la entrada del puerto un método sencillo que indicara cada quince minutos el numero de pies de agua que exista en la barra...” (El Nervión del 24 de abril de 1897).

Las citaciones a los vecinos de Getxo, que la administración consideraba prófugos, por no acudir al llamamiento a filas, continuaban produciéndose. En el pleno municipal del 22 de abril de 1897, se daba lectura a los expedientes instruidos contra tres de ellos: “...Se da cuenta de tres expedientes instruidos contra los mozos: Ángel Lorente Errazu, hijo de Ángel y Josefa; Juan Cruz Aguirremota Videa, hijo de Manuel y Juana; y Asensio Mota Encera, hijo de José María y Cristina, correspondientes al reemplazo del año actual. Resultando que dichos mozos no acudieron al acto de sorteo, ni a la clasificación y declaración de soldados que se verificó el 7 de marzo pasado, a pesar de haber sido citados de forma legal por medio de edictos publicados en el Boletín Oficial de la Provincia.

Resultando que los tres se ausentaron, con objeto de proporcionarse un mejor medio de vida, el 1º hace un año a Brasil para dedicarse a su profesión de pelotari; el 2º hace cinco años a la República de Chile, y el 3º hará más de cuatro años a la República de Argentina...” Y continuaba la citación con la consabida cantinela de: “...No haber depositado las 2.000 pesetas que previene la Ley en metálico...”

En el mismo pleno municipal, del 22 de abril de 1897, se trataba sobre el estado de la plazuela de Erega: “...En vista de un escrito de D. Juan Learra, sobrestante de Obras de este Ayuntamiento, referente al mal estado en que se encuentra la parte cercana de la Plazuela de Ereaga, en el camino que a la misma bajada desde la de María Cristina, por haber ocurrido un corrimiento de tierras cubriendo la cuneta por donde deben bajar las aguas, e impidiendo el transito por dicha zona...”

Algunas solicitudes de los vecinos, para ser admitidos en el Hospital Hospicio, era rechazadas debido a la escasez de fondos municipales: “...Se da cuenta de una instancia de Dña. Justa Gaztanazaga, viuda de esta vecindad, suplicando que por carecer de fondos para su subsistencia, se le admita en clase de pobre en el Asilo Hospital Hospicio de este municipio. El Ayuntamiento acuerda, tras una razonada deliberación que: Que teniendo presente el estado de loa fondos destinados al mantenimiento del citado Hospital Hospicio, se manifieste a la exponente que esta Corporación por ahora no puede acceder a su pretensión, manifestándole que en el mes de julio se tendrá presente su solicitud. Si el estado de los recursos lo permite...”

En ese mismo pleno municipal del 22 de abril de 1897 se trataba sobre una solicitud de D. José Antonio Arechavala, para la reforma del Balneario de Ereaga. El llamado “La Perla”, que había visto abrir sus puertas el 6 Octubre 1886: “...Se da cuanta de una solicitud de D. Antonio Arechavala, presentado el plano para la construcción de un balneario en el terreno concedido, en la plazuela de Ereaga, asunto que era aprobado por la Corporación Municipal...” Realmente aquel expediente era para: “...La cesión de un terreno publico de 126 metros cuadrados, situado en la playa de Ereaga, entre la fuente de la plazuela del mismo nombre y el camino sendero que existía junto al muro de la propiedad de Vicente Suarez, con destino a albergar parte de los utensilios (bañeras) de aquel viejo balneario de baños calientes, de gran concurrencia en la época estival. Por lo que la corporación concedía un rectángulo de 14 m. de largo por 9 de ancho, situado en aquellos jardines...” Y precisamente, uno de los propietarios, citados con anterioridad, D. Vicente Suárez, se quejaba de los destrozos de las mareas en su finca: “...Se da cuenta de una instancia de D. Vicente Suárez, vecino de Bilbao, referente a los daños causados por por las mareas extraordinarias, de hace pocos días, en la cerradura de su propiedad del punto de Ereaga...” Al decir cerradura se refería al moro perimetral de la parte delantera de su finca.

Por otro lado se informaba en aquel pleno del Seguro del edificio de la “Escuela de la Fundación” (San Martín): “...Acuerda este Ayuntamiento se paguen 18,60 pesetas, como prima del edificio de la “Escuela de la Fundación de Niñas Pobres”, asegurado en la “Compañía La Unión y El Fénix Español”, por el periodo correspondiente al año 1897-1898...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como, el Ayuntamiento era informado del cobro de algunos intereses municipales del año 1896.


lunes, 8 de abril de 2024

VUELVE LA CAMPEONA DE VELA DE RAICES GETXOTARRAS

 


Como decía en mi entrada del 10 de enero del 2024, Marina Borras Ugarriza, de padre Mallorquín y madre Vasca. Padre: Pere Antoni Borrás Rogert, profesor titular del área de Educación Física de la Universidad de las Islas Baleares; Madre: Lucia Ugarriza Hierro, doctora, getxotarra, especialista en medicina de familia y comunitaria, Doctora por la Universidad de las Isla Baleares en Ciencias de la Salud y coordinadora del Grupo de Enfermedades Raras de la IBAMFIC.

Marina, nuevamente ha conseguido otro titulo de vela. Según me cuentan sus orgullosos Aitites, José Ugarriza y Pilar Hierro: “...La regatista del Real Club Náutico Port de Pollença, junto a su compañera Marisa Vicens (Club Náutico S´Arenal), ha logrado proclamarse este fin de semana campeona de España de la clase 420 en la categoría absoluta femenina y sub 19...”

Esta claro que Marina a dejado de ser una joven promesa, para convertirse en toda una campeona. Y es que, al menos, desde el pasado año, no deja de recibir felicitaciones por su méritos marinos.

A pesar de su juventud es una mujer con la cabeza bien amueblada, decía en una entrevista que le hicieron en la Plataforma de Información “Som Pollenca”, en enero del 2024: “...Personalmente, me siento muy agradecida y contenta por haber podido vivir esta experiencia de Brasil, claro que nos hubiera gustado conseguir el podio, pero nos vamos de la regata con un aprendizaje muy grande. Ahora mismo estoy ilusionada y con muchas ganas de seguir trabajando por lo que nos viene delante: !Dentro de unos meses tenemos el Campeonato y la Copa de España y para julio los Europeos!...”

Seguro que a Marina le esperan muchos días de gloria en la mar, y que quienes la queremos y admiramos, disfrutaremos de las hazañas de esta joven Mallorquina de ascendencia Vasca.


ZORIONAK MARINA Y FAMILIA.

domingo, 7 de abril de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -378-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, los días de la Semana Santa, la prensa bilbaína recordaba algunas de las costumbres religiosas relacionadas con los sermones que algunos canónigos platicaban.

La viruela, antes del descubrimiento de la vacuna, diezmaba al genero humano, moría uno por cada seis individuos. Pero no fue el único patógeno causante de las defunciones, la acumulación de individuos en la viviendas, junto a la tos ferina, el sarampión, la viruela, y muy especialmente las afecciones tíficas, que se transmitían de unos individuos en un mismo cuarto eran sus causantes. La vacuna fue el único preservativo específico y eficaz para la viruela. Los brotes y las epidemias declaradas, la del cólera en 1885 y posteriormente la de viruela de 1888, hizo que la vacunación y los bandos ordenados por nuestros galenos fueran una norma en nuestra Anteiglesia. Las soluciones sanitarias para aquellas epidemias se basaron en el aislamiento de los invadidos en sus propios domicilios vigilados por personas designada por el concejo y la desinfección de sus ropas. En abril de 1897 algunos casos de esa temida enfermedad, que se cebaban sobre todo en personas humildes, se daban en Getxo, el asunto se trataba en el Pleno Municipal de 14 de abril: “...El médico titular D. Manuel Hormaechea, ha enviado un oficio participando hallarse enferma de viruela Dña. Fidela Zubiaga, y ha ordenado las medidas de aislamiento y desinfección convenientes, pero como la enferma carece de recursos, cree que no se cumplirán sus ordenes...” El Ayuntamiento en vista de aquel informe acordaba: “...Tras debatir el asunto acuerda: Que considerando que efectivamente la enferma carece de recursos, y que dejarla en tal estado podría podría agravarse su enfermedad, contagiando a otras personas, y pensando que no es posible en la actualidad las medidas a adoptar ni los recursos a emplear, se autorice al Sr. Alcalde para que con toda la economía disponible se atiendan las necesidades de la citada enferma, a fin de evitar la extensión de la Viruela en el Municipio...”

Entre tanto, y continuando con el pleno municipal, se seguía hablando de nuevas edificaciones, esta vez en Algorta: “...Se da cuenta de un informe emitido por el Arquitecto Municipal, sobre una instancia de D. Agapito Elustondo, quien solicita permiso para construir una casa de nueva planta en la calle de la Carretera (Actual Algortako Etorbidea), entre Torrena y Amesti...” Otras obras se realizaban en el Puerto de Algorta: “...Se da cuenta de una instancia de Dña. Francisca Donata Esesumaga, solicitando permiso para dar salidas de las aguas sucias, de su casa llamada “Abadena”, en la calle de Arechondo...”

Algún industrial de Algorta, reclamaba y se quejaba al Ayuntamiento de Getxo, porque el camino del río Gobela había sido cortado, lo que impedía llevar piedra desde su cantera hasta su fabrica de cementos de la Avanzada, “La Algorteña”: “...Se da cuenta de una instancia de D. Miguel Uria, vecino de esta, en la que manifiesta que, según la han manifestado los carreteros, se ven imposibilitados de llevarle piedra desde su cantera, a su fabrica de la Avanzada, por haber sido cerrado el camino que desde tiempos inmemoriales ha existido pasando por el río Gobelas, y suplica que esa Corporación Municipal diga si ha autorizado el cierre de dicho camino, o procede la orden de otros para poder reclamar...” El Ayuntamiento de Getxo contestaba a aquel oficio: “...Que no ha sido este Ayuntamiento quien ha ordenado dicho corte, ni sabe quien ha sido, porque desde que el Gobierno fueron vendidos los terrenos comunales, contra cuya venta esta corporación reclamó ante el Consejo de Estado, estamos pendientes se resuelva el recurso presentado sobre dichos terrenos...”

Y ya a metidos en la Semana Santa de 1897, en el pleno municipal del 14 de abril, se trataba sobre: “...El acuerdo de este Ayuntamiento para asistir en Corporación a las funciones religiosas que se celebraran en la Iglesia de San Nicolás de Bari de Algorta, en los días jueves y viernes de esta semana...”

Eran días en los que ni el pleno municipal celebraba sesiones, por lo que las escasas noticias relacionadas con nuestra Anteiglesia, llegaban a través de la prensa.

Precisamente el sábado de esa semana era el día señalado para celebrar en Bilbao la feria de los “Tocinos”, la cual se celebraba en el Arenal bilbaíno, a la cual solían acudir las tocineras del Puerto de Algorta: “...Desde bien temprano, por las mañanas, se llenaba de aldeanos con cestos y mesas, donde se exponía toda la charcutería casera, resultado de las matanzas del cerdo en cada caserío, tocinos y cuanto despojo daba de sí el animal de cerda. El Arenal, es donde las aldeanas, exponen sus mercancías desde las diez de la mañana hasta las dos de la tarde. Allí sostenidos los extremos del peso por dos guarda cantones, se engancha el tocino en un gancho donde se realiza su pesaje...” (El Nervión del 16 de abril de 1897). Por aquellos días tanto el Tranvía como los partidos de pelota en el frontón Euskaduna de Bilbao que daban en suspenso hasta el llamado “Sábado de Gloria”. Se recordaba en la primera página de la prensa algunas tradiciones cristianas: “...Son días de carácter melancólico y sombrío los de la Semana Santa, consagrados a la Pasión, pero la Iglesia suspende su luto el día de Jueves Santo, celebrando la misa con la mayor magnificencia, con ornamentos de color blanco, y entonando el cántico “Glória in Excelsis”. Desde la primera Iglesia se mitigó el rigor del ayuno en la Semana Santa; por respeto a este día, era permitido tomar la comida antes de nona, como en los ayunos ordinarios. Llámase también esté día “De indulgencia”, porque en él, durante los primeros siglos, los pecadores públicos recibían la absolución de sus pecados para ser admitidos en la Iglesia, cuya entrada les estaba prohibida desde el día de Ceniza, los reyes daban en ese día libertad a los presos. En el Jueves Santo enmudecen las campanas para expresar la profunda tristeza y recogimiento, de la Iglesia, y en la misa se consagran dos hostias, de las cuales la una se reserva para el día siguiente. El oficio de maitines y laudes de Jueves Santo se llama “Oficio de Tinieblas, porque antiguamente se cantaban durante toda la noche. La celebración comenzaba con todas las velas encendidas, y paulatinamente se iban apagando. Al finalizar el oficio se voltevan las carracas en señal de conmoción por la muerte de Cristo...” (El Nervión del 15 de abril de 1897). Algunas de estas costumbres perduraron a lo largo del pasado Siglo XX. Eran los días en que a las gentes maravillaba el sonido del “Fonógrafo Edison.

En la próxima entrada de esta serie veremos como, la prensa bilbaína aconsejaba vigilar las maniobras de las gabarras en la barra.